Manuel Escribano conquista la Plaza de Alicante con una faena soberbia. Borja Jiménez no pudo compartir el triunfo debido a su ineficacia con los aceros. La corrida de Victorino Martín fue variada, seria y de gran interés.La Feria de Hogueras 2024 se despidió con el atractivo del toro. La ganadería de Victorino Martín volvió tras el éxito del año anterior y no decepcionó. Un encierro bien presentado y con variedad en su comportamiento, muy interesante. Destacó un toro excelente, el tercero, y otro muy bueno, el quinto. El interés decayó con el cuarto, que resultó lastimado. La corrida sirvió para rendir homenaje a la Fiesta de Hogueras y la Bellea del Foc, Alba Muñoz, presidió el evento.Ante los serios albaserradas, Manuel Escribano se convirtió en el protagonista de la tarde. Con el quinto, un toro bueno pero exigente, el torero de Gerena demostró un toreo al natural extraordinario, con la muleta arrastrada. Fue cogido por el toro al torear con la derecha, escapando milagrosamente de la cornada, y volvió a enfrentarse al Victorino sin mirarse, para colocarse en posición y lograr la estocada de la feria. El palco le negó inexplicablemente la segunda oreja y concedió la vuelta al ruedo al toro. Dio dos vueltas al ruedo aclamadas.Escribano, con un segundo toro incierto y complicado, estuvo muy bien con la zurda, buscando siempre la forma de lidiar a un toro que no se entregó del todo. Estocada y oreja. Banderilleó con asombrosa facilidad en ambos turnos. Manuel mantiene su romance intacto con una plaza en la que casi pierde la vida, en la que ha cosechado numerosos éxitos y que siempre le recibe con mucho cariño.Borja Jiménez no acompañó a hombros a su paisano porque falló con el tercero, un toro que humillaba y transmitía en su embestida. Lo recibió muy bien con el capote, y le cuajó una faena de menos a más en la que el toreo al natural fue lo más destacado. Gran nivel del torero de Espartinas. Con el sexto, un toro grande, bravo en varas y que solo se desplazaba cuando estaba muy metido en la muleta, supo perderle pasos para sacarle pases que llegaron al público. A este sí lo mató bien y paseó un trofeo que premiaba su tarde.Rafaelillo encabezaba el cartel. Le tocó el lote con menos opciones. Al serio primero, al que recibió con garbo y torería, lo fue dominando con la muleta para acabar toreándolo mejor al natural que con la mano derecha. No estuvo acertado con la espada y todo quedó en una ovación. Con el cuarto, lastimado en el tercio de varas y que no fue devuelto por el palco, el lucimiento fue imposible.